La cocina, sin duda alguna, es el corazón del hogar. Este es el punto de unión familiar y encuentro social después de llegar del trabajo o de la escuela. Es por ello que es protagónico entre todos los espacios de la casa. Dada su importancia, es indispensable que se convierta en un lugar acogedor y bonito, pero sobre todo, practico y funcional. A la hora de considerar el diseño de esta área tome en cuenta aspectos como los acabados y los muebles.
Uno de ellos es el triángulo de trabajo, que está formado por la cocina, la refrigeradora y el lavaplatos. Dado que en esta zona se lleva a cabo la mayor parte de tareas, es importante que exista una circulación adecuada para facilitar el acceso a lo que se necesite, así como considerar un área de trabajo cómoda para quien este en la cocina.
MESONES.
Son una parte vital porque es donde se trabaja y apoyan todos los utensilios de cocina. En la actualidad se encuentra una gran variedad de opciones y estilos, que van desde los materiales más conocidos como granito hasta los más sofisticados y costosos como el mármol. Para escoger hay que hacer un balance entre costos, beneficio y diseño.
CUARZO
Está compuesto de cuarzo natural, lo que les proporciona una dureza y resistencia extraordinario. Cuentan con protección antibacteriana, dotándoles de cualidades higiénicas únicas. Es una superficie apta no solo para cocinas, sino baños, suelos y recubrimientos de paredes con juntas mínimas.
PIEDRAS NATURALES: GRANITO Y MÁRMOL
Esta es una alternativa muy elegante, además que la dureza natural de la piedra garantiza durabilidad. Son altamente demandadas en el mercado por ser conocidas, pero por ser un material poroso está propenso a manchas y ralladuras. Las juntas o uniones dejan espacios para que proliferen hogos y bacterias.
MATERIAL SINTÉTICOS.
Es una opción económica y elegante, ya que este material tiene una amplia gama de textura y colores. Sin embargo, dura poco y es propenso a daños por calor y humedad.